David A. Lemner tenía 21 años cuando desertó el ejercito de EEUU. Pensaban que fuese pasado a los rusos para desvelar secretos militares, pero la realidad era bastante diferente. En Alemania donde se encontraba, decidí de irse del ejército por un desengaño amoroso sumado a una creciente simpatía por los movimientos pacifistas alemanes. Se fue de Alemania, cruzando Dinamarca para quedarse al final en Suecia. Este país que lo sigue adoptando de 28 años, le ha dado una vida. Al principio hice todos los tipos de trabajos, se casó con una sueca y tuve un hijo con ellas, tras recibir la residencia. Acabó divorciándose y volvió a casarse con otra mujer con la que tuvo otros dos hijos. En la actualidad trabaja para el gobierno sueco. No había pensado que esta situación hubiera durado por tanto tiempo.
Dice que cuando se dio cuenta que el ejercito no lo venía a buscar, se gentío bien en aquel país que le volvía a dar la vida, y asegura que tuvo una rebelión adolescente tarda. Hace unos días Hemler, de 49 años, llamó a sus padres y a su hermano pequeño para comunicarles que estaba vivo.
También envió un correo electrónico a la Oficina Especial de Investigaciones de la Fuerza Aérea de EEUU, que en estos momentos investiga la veracidad de sus declaraciones.
Según The New York Times, de confirmarse su identidad, será difícil que las autoridades de EE.UU. puedan castigar a Hemler, ya que Suecia no accede a las extradiciones por delitos militares o políticos.
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